
Nuestro crucero por el Mediterráneo: Cannes.
Nuestro atraque en el puerto de Cannes, la glamorosa ciudad de la Costa Azul, me supuso valorar el atractivo que supone recalar en esta acogedora y plácida ciudad de la costa, donde se dan cita los millonarios y afamados iconos de las Artes de todo el Mundo Civilizado.
Los restaurantes populares en torno al “waterfront” no escandalizan por los precios, bastantes asequibles a nuestras disponibilidades, si los comparamos con aquellos escalofriantes del Carlton en la avenida de la Croissette, a lo largo de la cual nos topamos con el Palais des Festivals, donde se galardonan a las mejores películas de la temporada; y tras posar sobre la popular alfombra roja de la escalinata, mis cuidados se centran en encontrarnos con alguna popular actriz, de las que, lamentablemente, sólo pude tropezar con su Instinto básico.