
Entre las balas y las explosiones de los dinamiteros del IRA
Ya entonces, cuando habías experimentado de cerca las gestas -entonces heroícas para los rebeldes antifascistas de estudiantes y profesionales en España- de los paramilitares (IRA) de Irlanda del Norte, ni siquiera pasaba por tu cabeza, nuestras cabezas, que la lucha armada de “los provisionals” en aquel país, formaba parte de lo que Peter Sloterdijk definía como la fascinación por el terror.Tú y yo, nos considerábamos protagonistas de aquella épica irlandesa, desde el momento que nos rodeaban los compañeros de la facultad en Salamanca para conocer de primera mano la magnitud de la lucha armada en aquella región de Hibernia…
Nos veíamos a nosotros mismos como fascinados héroes, testigos de aquel truculento despropósito, llegando incluso a inventar historias que embobaran a nuestros lívidos admiradores:
-” Temía que la noche cubriera los aledaños de la avenida Antrim road, al oeste de Belfast ” -pontificaba en presencia de Tomás, aquel sábado en la cafetería Charlie de la calle General Oráa del barrio Salamanca.