
Añoranzas de aquellos ya lejanos tiempos (III). Celebraciones en cá la Cándida.
En estas celebraciones, donde el vino corría profusamente por el gaznate de los homenajeados e invitados hasta el punto de menospreciar la vergüenza, no se paraban en mientes ni ponían reparos a los chismes e historias, falsas o disfrazadas de verosimilitud, de las cuales los cazadores solían ser expertos narradores, a cuyas historias acostumbraban a revestirlas de descarnadas verdades, sazonadas de mofas puntuales, que salpicaban hilaridad entre los allí reunidos.
Uno de los más audaces, el Capitán de los pardales
argumentaba que …
(Continuará)