
La esperanza de vencer a la pandemia se desvanecía. Continuación(3)
-No tengas cuidado- balbuceé con dificultad las palabras que el arrebato me permitía con mis labios plegados a los de Amelie…
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…Sospechaba que Amelie había trazado de antemano el diseño de aquella escena, cuando se probó por primera vez los sujetadores en el comercio de Segundo. Detrás de la cortina azul, que en un rincón de la tienda servía de probador, con destreza de ánimo se dejó caer la falda de popelín blanca sobre sus tobillos, mientras que por la ranura de separación, observaba al hijo mayor del tendero que no quitaba los ojos del momento, a la espera de que un descuido se separaran las dos cortinas y pudiera observar el impresionante perfil del cuerpo de Amelie, que, a pesar de ser una adolescente tenía trazas de un impresionante cuerpo de una joven madura…
“Me sentía observada, y disfrutaba por ello, de tal suerte que mi cuerpo entero de nieve se deshacía en un torrente de agua fresca y cálida al mismo tiempo” -Me sentía impotente de frenar aquella pulsión de lujuria, y me probaba una y otra vez el sujetador ad sabiendas que el momento sólo se repetiría en mis sueños.
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