
Alunizaje desde Malpartida: dos días después.La descomunal verga del Chuco (Cont.)
No se disipaba de la memoria de las jóvenes que, por aquellos días del verano, el Chuco estuvo perdido durante un par de semanas, del cual no se le siguió el rastro – !qué interés iba a tener para la familia del Chuco, para los vecinos, ni para nadie la evaporación de un demente, que sólo causaba problemas a las autoridades, cada vez que
detenía un coche en medio de la carretera, haciendo ostentación del prodigioso miembro viril!- hasta que el municipal, Antonio ,el Zorrero, supo interpretar los encriptados sonidos guturales de los mismos labios del protagonista. José, había sido invitado a subir en un descapotable, conducido por dos bellas rubias del Norte de Europa, de las que sólo recordaba con una abierta sonrisa, abriendo la boca con gestos de haber sido alimentado como nunca pudiera haber imaginado, y colocándose las dos manos sobre un lado de su cabeza, emitía ronquidos tan profundos que no cesaba hasta que con una de sus manos se acariciaba su portentosa verga, de la que estaba tan agradecido que, ahuecándose una mano, reproducía sonoros besos, a los que soplaba hasta su entrepiernas…
(Continuará)