By: juanrico

Nov 04 2019

Category: Uncategorized

“ No me importaría que un duende, un misterioso azar nos devolviera a nuestros muertos” – lo dijo F. Savater en una entrevista de ABC al ser preguntado si era creyente, a lo que añadiría a continuación : “ me aburren las religiones”-

con motivo de la publicación de su último libro dedicado a la muerte de su mujer – La Peor parte.

No se si sucede con frecuencia que alguien, al que has conocido circunstancialmente, te aborde en pleno día y a la luz de la calle, y después de alagarte por tu buena memoria de haberle reconocido por su nombre PG, peque de imprudente al espetarte en tus mismos morros, sin recato, con una desconcertante pregunta sobre …no sé qué pretexto.

– y tú ¿ qué tienes?- cuyo encriptamiento pude desvelar de que se trataba de una cuestión distópica al comunicarle que lo mío era “el Colon” para a continuación deshilar una sarta de inquietudes sobre su salud.

-“ Tengo 15/8 de tensión, sequedad en la lengua, tengo pesadillas por la noche. Cada vez que tomo seguril se me seca la lengua…”

Esta es mi mujer. (joven, y bella)

-Me lleva veinte años -puntualizó la joven acompañante.

-Tú, lo que tienes es miedo. Tú te mueres ( le dije abusando de sorna) No debes preocuparte por ella: es joven y rehará su vida.

Y con el fin de levantarle el plomo de su hipocondria, le animé, con un consejo válido para todo bicho que tenga capacidad y juicio.

-“ Cachondéate de la vida, y no te la tomes en serio, P.”¡

“Deja que el fantasma se siente a mi lado, más cerca, más cerca, mi fantasma”- abundó Raphal Wado Emerson, intentando persuadirse de inmortalidad.