
Al otro lado del tiempo (IV-B) Continuación
***(IV-B)El pobre Monacillo estaba aterido de cangui, y no quería que le contara otra vez la experiencia, aunque, a instancias de Lolo, al final aceptó la propuesta de oírla con más detalle al día siguiente en la Viña Romero, a donde nos había planeado una escapada durante la escuela.
-“espera que mee, tengo hinchado el pito y me duele”-suplicó el Monacillo poniendo cara mohína, mientras se abría la culera y sacaba su apéndice, describiendo un redondel en la tierra debajo del melocotonero.
-“¡ mira hasta donde llego¡”-agarrándose la pipa con la derecha, y describiendo con el brazo izquierdo un círculo más grande aún en el horizonte.
-“me contó el Palomo que para tener hijos hace falta apuntar lejos con ella” – añadió el Monacillo, evitando el nombre que la biología concedía a la uretra por temor a cometer un pecado, mientras los otros no parpadeaban de asombro. (Continuará)