
Feliz Año Nuevo, Ratzinger
By: juanrico
Category: Uncategorized
Aperture: | f/4 |
---|---|
Focal Length: | 41mm |
ISO: | 400 |
Shutter: | 1/0 sec |
Camera: | Canon EOS 400D DIGITAL |
Cuando mi viejo profesor de Religión se detuvo en la calle para saludarme, no tuve por menos que sentir una entrañable sensación de cariño por su persona, aunque al punto mi amable disposición a la ternura se volvió en una ácida sensación de contrariedad, al percibir que su sonrisa se tornó en unas desabridas palabras, repletas de eufemismo, que trató de corregirlas y de “amigliorar”, al comprender su inoportuna descortesía conmigo.
- “Juan, con ese apresto que llevas me pareces un señor medieval” -me lanzó la impronta, al tiempo que intentó corregirla inmediatamente, percibiendo por mi adusta expresión, que no había sido de mi agrado, para añadir a continuación, que su juicio no se trataba de una impertinencia “pegiorativa” sino “megliorativa”; lo cual me llevó a creer que me equiparaba con un señor feudal; y en mi defensa, le repliqué amablemente que mi indumentaria se asemejaba más bien al porte de la moda de “la Belle Époque”. Con la destreza que los años proporcionan, D. Bonifacio puso negro sobre blanco para quitar hierro a la situación, interesándose seguidamente por la salud de mis hijos, a lo cual contesté con una educada frase convencional al respecto, terminando con una maliciosa provocación por mi parte:
- ¿ Y los suyos, D. Bonifacio, cómo están de salud los suyos ?
- !Mis hijos son espirituales¡ replicó en su defensa.
Una respuesta inteligente para salir del charco donde imprudentemente se había metido D Bonifacio. No quise echar sal en la herida, y puntualizarle que mi intención no se refería a la naturaleza de los hijos sino a su salud.
Aquel inesperado encuentro, me devolvió al pasado, al colegio, cuando a D. Bonifacio resultaba bochornoso mantenerle la mirada por parte de las compañeras de clase; cuando, con disimulada prudencia, el profesor parecía permitir las “chuletas” escritas en los turgentes y sensuales muslos de mis compañeras, bajo sus cortas faldas de primavera…
Dicho lo cual, la historia de D. Bonifacio no tiene nada que ver con los abusos sexuales a menores, simplemente se puede percibir como una inclinación pecaminosa de la debilidad humana, consecuencia de un pertinaz derecho canónigo que condena a los prelados al celibato de por vida.
El mejor Papa de la historia de la Iglesia Católica, Benedicto XVI, ha condenado los abusos sexuales a menores, por parte de algunos prelados: una valentía digna de encomio, toda vez que, al tratarse del quebrantamiento del VI y IX, sobre los que la Iglesia Católica ha cargado siempre las tintas, concediéndoles el beneficio de prioridad, aparentemente, sobre los ocho restantes, el arrojo del Papa en la condena y castigo de los curas pederastras, tiene mucho mérito.
¡ Feliz Año 2011, Santidad Benedicto XVI !
Supongo que el último párrafo es irónico… Ratzinger el mejor papa de la historia jajjaajjajaj….serás el único que piensa eso…