
Llegada al Internado (Cont.)
*** (X Continuación)
La primera hilera, formada al estilo castrense, en la cancha de balonmano, contra la fachada que daba al saliente, se alineaban los alumnos de séptimo, más tarde reconocidos como los veteranos de Preu, que deberían ser de familias muy ricas, con muchos posibles, que, por ser altos no se abrochaban el baby o cubrepolvo, para que los novatos pasáramos envidia por sus pantalones ajustados y de remaches, que les parecía semejarse a los pistoleros de las películas; y sus camisas de nailon, de tirilla tiesa, que no necesitan plancharse, estampadas a cuadro, que les hacían más veteranos y protagonistas de las películas del Oeste, a los que el padre Prefecto, una especie de jefe de la disciplina, les llamaba al orden para que se anudaran las corbatas hasta e cuello, respetando las formas obligadas por el reglamento; además, si era invierno llevaban puesta un chaquetón de ante o de verbetón, de las que descolgaba una fila de tiras de cuero desde las muñecas hasta los codos; lo cual resultaba muy vistoso cuando las lucían por Don Benito las tardes de los domingos, durante los paseos hasta el parque o durante los partidos de fútbol…
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