
¿ y las mascarillas, son de utilidad?
(-¿y las mascarillas son de utilidad? -preguntó Rambert a Tarrou cuando entraban en el hospital para entrevistarse con el dr. Rieux
-No. Para nada, pero tranquiliza a la gente – replicó Tarrou, el corresponsal, al periodista Rambert.)
-“No le arriendo las ganancias a Rambert, el periodista, que intentaba encontrar la felicidad reuniéndose con su novia en París, abandonando a los implicados, como D. Rieux, dr. Castle, Tarrou, Cotard, el cura Paneloux, Othon, el notario, en su lucha contra la Peste en Orán”- salmodiaba Manoli.
A pesar de estar decidido a volver con su prometida en París, y ser feliz junto a ella; en el hospital, al despedirse del dr. Rieux, le volvieron las dudas, de volver a Paris y ser feliz; y la opinión del dr. Rieux, que aseveraba no haber conocido a nadie en el mundo que hubiera renunciado a un momento de felicidad; sin embargo, Rambert sopesaba que, una vez en París con su amada, no sería feliz totalmente ya que su pensamiento volvía con los equipos de lucha contra la epidemia, y hubiera deseado estar junto a ellos, luchando por vencer a la morrina y aliviar de sufrimiento a la gente de Orán…
Sentía a Amelie, conmocionada escuchado el relato de renuncia a la felicidad del periodista Rambert, al tiempo que entrelazaba sus dedos a los míos, notando que dos lágrimas se precipitaban por sus mejillas: lágrimas de desdicha y lágrimas de esperanza a la vez.
-Yo no renunciaré nunca a un momento de felicidad -trataba de consolarla con convencimiento, de una promesa insólita, infundada de realismo, por tratarse de un devenir incierto…
( Continuará)