
Al otro lado del tiempo- travesuras de niños ( IV-G)
(Continuación)
De súbito, casi sin darse cuenta, el Lolo y el Pecas, el Monazillo, que de lo que tenía de cobardón, lo compensaba con imprudencia y temeridad, se echó de bruces en un remanso del arroyo dando gritos de poseso – ah oh ug glu glu gla gla:
-venid, venid, y seguidme que está mu güena! – chillaba como un endemoniado el cabeza gorda del Monazillo.
-No tenemos con qué enjutarnos después -acotaba el Pecas en su respuesta.
-Pa qué está el vellico, si no.? -Insistió el Monazillo intentando ser convincente.
-Ademas, me voy a comer un renacuajo, que tengo mucha hambre! …( Continuará)