
Día de Retiro espiritual en el Internado: ( VIII) Cont.
-Ja ja ja ¡ -se rieron todos a carcajadas con la ocurrencia de Valentín.
-Tampoco es Jurásico, si no Jurado. Lo de jurásico le sobrevenía por ser del pueblo morisco de Hornachos, y tenía costra en los pies, ya que no se los lavaba nunca, toda vez que según sabía; “ lavarse los pies con agua fría te calentaba la sangre en la cabeza, y te volvías tarumba”. Huía del agua fría más que un gato escaldao.
Mientras el padre Cesáreo María acogía entorno suyo a sus favoritos del equipo Agunzonari, la lluvia de la tormenta se precipitaba sobre el techo de cristal del patio haciendo un estruendoso ruido tan violento que parecía salir humo del techo.
De pronto, un trueno extraordinario hizo temblar tanto a los colegiales que se refugiaron debajo de la sotana del prelado como si fueran polluelos recién salida del cascarón.
-Padre, no te tires un peo ahora; sujétate las ganas hasta que pase el nubarrón- le advirtió Rodrigo, el de Fuenlabrada, que era un forofo del R.Madrid de Diestéfano, el pichichi del año pasado y goleador merengue contra el Anderlech, y todos rieron a la par.
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