
Al otro lado del tiempo. Travesuras de niños (IV-G)
… como soplaba el aire solano -siiil shiiil siii shiiil-, que mataba a los geranios y le entraba la morrina a las gallinas, los tres amigos, el Lolo, el Pecas y el Monazillo repararon el repique de las doce de la campana grande del campanario -tan, tan tan, tan, dilón dilón ,don don- de cuyo tañido se encargaba el Bicho, uno de los pupilos de la clase de D. Manuel, del que el maestro había dado buenas referencias a D. Aristófano con el fin de enjarretarlo en el oficio de repicar las campanas, circunstancia que obligó a los tres a apresurar el paso, chapoteando- plash plash plop plop- la corriente de agua- glu glu glu -clara de la ribera, que en su discurrir pausado – glu gli gli pli plu-, aunque continuo por el encañonado arroyo de la Cerquilla hacia el Lejío, parecía entonar una monótona melodía, como las que el sacristán solía hacer los domingos en la misa de las diez y media, golpeando con magia al mostrenco órgano -tram tram plan fla sopl si si doom, chin da chin, tachín da chin, que Dª Sanfauntain había obsequiado a la parroquia apenas la guerra civil había terminado.(continuará )