
Al otro lado del tiempo: travesuras de niños (IV-F) Cont.
* * * ( Continuación).
-Es verdad, ya debe ser la hora de comer; y a mi me va a reñir mi Nana, que gasta muy malas pulgas, y me va a dejar sin la peseta del domingo- dijo el Pecas un poco mohíno, viéndose apurado por la hora.
El Lolo no decía ni pum, pues era consciente, de que al ser el nieto mayor de los tres, las abuelas le concedían todos los gustos, que nadie en el pueblo se podía permitir.
-Nos vamos por el arroyo La Cerquilla hasta el Legío, vadeando el agua para que no nos descubran que hemos ido lejos, siguiendo el camino y los senderos de las bestias y el ganado…y de la piara de guarras que cuida el Joselillo de la Isidora.