
Los Ex
Era la víspera de la Nochebuena. Nunca me había sucedido algo parecido con anterioridad: María de la Luna, que era una señora de las que se suele decir, -“quien tuvo, retuvo”- luce una complexión madura, aunque el transcurrir de los días no había dejado su delatora huella, ni siquiera el resentimiento había marcado con estrías verticales la piel del labio, a las que se las conoce como el código de barras. Siempre que me topaba con ella me saludaba con un cariñoso o tal vez insinuante- “hola guapo”, y no es que yo me considerara un adefesio, pero de ahí a ser tomado por un Adonis o un Efebo, dista un largo trecho. Sin embargo, su cortés saludo, que elevó mi autoestima, me dio pábulo para adentrarme en sus planes inmediatos de la cena de Nochebuena.
-No me lo puedo creer: ¿ tu ex-marido comparte el hule en familia ?
-Está muy solo -me explica sin compasión ni resentimiento en sus palabras. Yo alucinaba.
-Mis hijos lo han querido así, argumentando que papá está sólo.
-yo no lo quiero. Me es indiferente:¡ vamos, es como un aparador o un anaquel de la biblioteca !
-¿No hubieras preferido una cena en familia, pero sin un Ex?
-No sé que decirte, pero los Ex forman parte de la historia de la familia; y además, teniendo en cuenta el código genético. Es una verdad científica, ajena a los mitos. Son también parte de la familia, a pesar de los dictámenes del convencionalismo rampante.
-Hubiera preferido a mi amante de ahora al lado, pero sería un extraño, y los principios convencionales no me lo autorizarían…Menos aún mis hijos.
Debemos empezar a hojear el álbum de familia y resituar los momentos importantes; la familia ha aumentado, a pesar de que los parientes mas o menos próximos sean olvidados en los momentos felices. Los geriátricos suplen las ataduras del cariño familiar. Los hijos divorciados van por pueblo: si de aguantar se trata, ni un día de lluvia.
-Dame un beso, guapo, que tengo que preparar la cena de Nochebuena. Muá, muá.
María de la luna se despidió, como siempre, con aliento cálido en sus palabras; y, pude advertir en el contexto, sin demasiado agobio por el compromiso de la cena de Nochebuena.
¡ Sería una reunión de reproches, con los Ex, y, hasta un inédito “ volver a empezar” con burbujas espumosas al viento,!
Un sonado evento.