
“el pan nuestro de cada día, dánosle hoy” (Traducción, Capítulo I )
de “panem nostrum cuotidianum da nobis odie” ( Capítulo I )
La partida de cartas había terminado y todo el mundo había pensado que una vez hubieran tomado café, los hombres honorables del pueblo se irían al balcón del ayuntamiento que daba a la plaza del pueblo, y rodeaba a la iglesia; y en verano la solía envolver una nube de polvo espeso de tamo, a menudo en forma de remolino a causa del insoportable aire solano. El viento procedía de Castuera, que según la tradición de los aldeanos, afirmaban categóricamente que “de Castuera ni buen viento ni buen casamiento…(Continuará)
( but nobody dared to speak up or confess their intimate feelings).