
Oda expresionista al puente viejo de Quintana (IV) final
Dejará de discurrir el agua bajo los ojos del puente viejo:/
desaparecerán las anémonas, zarandeadas por el viento;/
discurrirán los pétalos de las margaritas, y de las adelfas, rosas y blancas,/
mecidas por la corriente del río inmortal, el río nuestro,/
buscando otro aliento, otro dios y otro tiempo…/
¡ Qué sensatez supone constatar la contingencia nuestra,/
¡ Qué estupidez añorar la eternidad, como un deseo¡
¡ Cuánto nos limita la libertad, única salvación posible,
la entelequia de un sueño¡/
… Y despreciar de la conciencia:
la única posibilidad de decir NO,/
la única libertad humana de elegir entre SÍ y NO,/
que nos sirve de solaz sumisión
a nuestra natural vida,
a nuestra repetitiva esencia.