
El Nacimiento de Carla Méabh
Bendecimos a Crono: ¡Oh Poderoso dios de las estrellas !
que, un día tu ambición pudo mas que el amor
y, mutilaste a Urano, tu creador.
Sin remordimiento, pues la conciencia no la conociste,
y, lanzaste con coraje y esperanza
la semilla de tu padre al mar,
territorio de Poseidón, inmensidad de vida y azul,
como tus ojos.
Descubriste la maravilla de la traslación de las estrellas-
vanidoso dios del poder y el tiempo.
Nunca tu ansia de detener la eternidad en un sueño se detuvo;
engendraste, sin dudarlo y sin saberlo, a la diosa más hermosa y bella
del Paraíso : a la Venus de los Celtas, a la encantadora Méabh.
Utilizaste a Céfiro para juntar el barro
y el espíritu de Cloris:
Y tuvo lugar el más sorprendente de los prodigios.
Entre sollozos de dolor inmenso y placer desnuda,
dejaste, diosa de las diosas, el ámbito del desdeñado mundo de los sueños
y te hiciste inteligencia humana de la ignota estrella.
Bien hallada,
bien venida de tu fatigoso viaje material seas,
al diminuto periplo,seas,
de esta barca, vacía de dilatado tiempo.
Un beso de inmortal dolor y ternura reciba,
tu sutil intangible existencia, que,
de esperanza me consuela.