
Agitprop estalinista
“El que defiende la libertad una vez en la vida es bueno; el que la defiende varias veces es muy bueno; pero los que la defienden siempre son imprescindibles”… Que un escritor de izquierda, como Beltor Bretch, fuera contundente en este posicionamiento, no es nada sospechoso para los liberales, aunque para la “izquierda del pensamiento único” representa una denuncia incuestionable.
¿ Cómo nos podíamos imaginar los jóvenes de los 60’s que esta “izquierda” de caviar y coches oficiales, tomara una deriva estalinista, al recurrir con descaro a la metodología del “agitprop” con fines electoralistas?
En nuestro país ha empezado la campaña electoral. No tenemos más que leer los periódicos y percibirlo con claridad: el gobierno socialista que ya instaló en la Cataluña del Tripartito, el CAC – un consejo audiovisual de control- , que supuso el cierre de la COPE en Lérida y Gerona, que defendía la libertad y ponía en entredicho los intereses sectarios del trio gobernante, se promueve hacerlo extensible a todo el estado, bajo la denominación de CACO , con el espurio fin de controlar la libertad de expresión que pueda perjudicar al partido en el poder y, en su día, en la oposición, envuelto en papel de celofán de proteger a menores ( todos los españoles lo somos) de la “telebasura”. No se trataría de acabar con el indecente y escandaloso programa del ” Gran Hermano” de TV5, sino, por el contrario, entronizar al Gran Hermano de Orwell, que nos vigilará el pensamiento, si llegado el caso y la cobardía no nos atenaza, que podríamos desarrollar y comunicar en un futuro no lejano.
No debemos olvidar aquellas palabras, a micrófono cerrado, del periodista del régimen, Gabilondo, a Zapatero en la anterior campaña electoral, al que invitaba al calentamiento o crispación de la campaña en pro de la renta electoral del partido socialista.
Aquí, en España, los últimos episodios sobrepasan las soflamas leninistas del cartel en el encabezamiento por ingenuas y “light”, – ¿ quieres vencer el frío ? , ¿ quieres vencer el hambre ?, ¿ quieres comer ?, ¿quieres beber ?, Entonces, apúrate y entra en las brigadas de choque-…
Antes de ayer, un ciudadano, político del PP y consejero de cultura fue abatido brutalmente por un indeseable naziestalinista de extrema izquierda. Otro día era insultada, con amenazas, la presidenta de la Comunidad de Madrid. Por la calle te pueden escupir si olfatean que eres simpatizante de un partido liberal o de derechas. Todo esto ha pasado, pasa y pasará, con más frecuencia aún, cuanto más se aproxime la fecha de elecciones.
Hasta nos da la risa que, como parte de la estrategia, conviertan la Cámara Alta en un circo de Babel, donde a batiente partido de risotadas, algunos políticos no disimulan a carcajadas sus habilidades de “lingüistas” colgados a un “pelinganillo” que adapta a sus largas entendederas a la España plural. No sabemos si la hilaridad de los senadores honorables viene causada por el placer de “comprender” lenguas vernáculas o el dispendio y el gasto que supone tan irreparable disparate en la penosa y larga “cuesta de Enero”. Bien podrían colgarse carteles en el pecho con los mensajes del cartel leninista, en solidaridad con los cuatro millones de desempleados, que, tan responsablemente están representados por sus señorías del Senado.