By: juanrico

Mar 26 2016

Category: Uncategorized

Como cada año abrí el hueco en mi tiempo con la finalidad de ambientar el presente con las semblanzas del pasado el día del Jueves Santo en nuestro pueblo, cuyos cambios en el escenario del Encuentro se pueden percibir al repasar el reportaje en la página oficial de Malpartida de la Serena- penitentes y nazarenos y magdalenas, cuyos tobillos descalzos ya no arrastran cadenas por las calles empedradas de guijarros, y los faroles de led han sustituido a las pobres lámparas de venticinco vatios, que la brisa solía mecer en una danza de entrañable sosiego durante la procesión.
Sin embargo, la tradición de subastar los brazos de las andas- por Moisés, sacristán, alcalde y organista en el pasado en el atrio de la iglesia, aún se siguió manteniendo por su hijo Manolo, anterior alcalde, y el actual edil hoy, Pedro, sobrino de Manuel de “Chala”- que los devotos malpartidenses se disputan para dar cumplimiento a un ex voto de agradecimiento.
Aunque es de rigor reconocer los avances en organización, de cuya responsabilidad es difícil eximir al actual cura, José María, al que tengo el gusto de felicitar ni soslayar el mérito de Mariluz hija de Paca de la Juliana, nuera de Ramón de”Siorico” y su guitarra, que ha sabido dar armonía al coro de la parroquia en estos actos religiosos y populares.
Sin embargo, echo de menos la cierta carencia organizativa del pasado, cuya espontaneidad de lo vecinos en el desarrollo de las procesiones no deja de ser meritorio, que, aunque muy bullanguera, no faltaba recogimiento y fe; y en ese sentido Andrés de Tomás cerraba las puertas del casino durante el recorrido con el fin de conceder al acto más recogimiento.
Pero los tiempos están cambiando, y es conveniente advertir a los paisanos que, a parte de la fe, la tradición – reunión de vecinos vestidos de guapo, de paisanos que son forasteros, que cuentan sus éxitos y soslayan los fracasos,que amasan los viejos recuerdos en el siempre presente escenario, debe ocupar un lugar destacado en el mantenimiento de nuestras procesiones, porque si no se cultiva será sustituida por el adanismo rampante de hoy.
Lo que no acabo de entender que las Hogueras de San Juan se hayan adelantado a la Pascua de Resurrección y los cazadores duerman sus espigaldas en el armero.