
Desde Maguncia ( Alemania)
En Maguncia (Menz), la inconfundible y singular plaza, la luz que dio vida al insuperable de los inventores, Gütenberg, el culpable de alumbrar con su luz a la tenebrosa Edad Media, cuna de dogmas y creencias, así como a las más abyectas de las supersticiones, que siempre hizo zozobrar el intelecto humano, en nombre de las creencias. Allí, sigo las espaldas de nuestros amigos Pere, el empresario catalán y su encantadora esposa mallorquina, Xcesca, en nuestro recorrido inolvidable por el Rhein romántico, que ya se va alejando en la tenebrosa incógnita del tiempo…
Es mi deseo saludar a los amigos de Alemania, que aguantan mis escritos desde aquella tierra tan entrañable para los españoles a lo largo de nuestra historia común.