By: juanrico

Jul 26 2014

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Aún no habían asesinado al presidente de los Estados Unidos, J.F Kennedy, pero los curas expertos en meternos miedo en el cuerpo, no habían tenido la ocasión de anunciarnos la Tercera gran Guerra entre el Imperio ateo comunista de la Unión Soviética de Kruchev y los EEUU; ni el papa Pio XII había entregado la cuchara.
Fue el año en el que habían instalado la televisión en blanco y negro sólo para ver los partidos del Real Madrid en la competición de la Copa de Europa y algún que otro programa de exaltación a la Cruzada, como era la exhibición de gimnasia el día de S. José Obrero, y alguna que otra misa desde el Vaticano.
Recordaremos aquel año cuando expulsaron a un compañero de clase, un tal Chávarri de Madrid, al que le expulsaron por hacerse una ´manola´durante la clase de matemáticas del padre Merlín, a las cuatro de la tarde de una primavera incipiente. Alguien se encargó de que se difundiera ´la faena´ por todo el colegio.
El profesor, que se había esmerado dando golpes contra la pizarra intentando explicar la teoría de los números racionales, se limpiaba el polvo de la tiza en su brillante sotana, mientras los demás cuchicheábamos sobre la escena que estábamos presenciando. Una paja en una clase no se ve todos los días.
Mi entrañable Raimundo, que aparece al fondo, junto al Robert Reford de la Oliva, Antonio Matamoros y otro con cara de pijo y gafotas, ha tenido la gentileza de recordarnos aquellos lejanos años de principio de los 60s cuando aparecían los primeros vellos en nuestras piernas y una vergonzante sombra debajo de la nariz.
¡ Cuánta responsabilidad infantil y qué sentido del deber en los niños de aquellos años!
Y la luz del sol penetraba indolente por los ventanales de cristal para iluminar nuestra inocentes cabezas.