
La otra leyenda del Rey Arturo
Ya le gustaría a Más ser hijo de Uther y de la bella Igraine para ser proclamado rey y fundador de la logia “los Caballeros de la Tabla Redonda”, convocados a unificar Inglaterra – en su caso- la unidad de las veguerías. Pero Más, aunque se desconoce su Merlín particular, -todo parece señalar a Jordi Pujol como señor de la espada Excalibur, que, asfixiado por la corrupción y las rivalidades de Camelot y Percival, en este caso el líder Junquera y su compañero de aventuras, Durán y Lérida, la precipitó al fondo del mar, como si quisiera evitar que Más la recuperase y se convirtiera en rey de Cataluña… Pero ya le gustaría a Más verse convertido en esposo de la bella Ginebra, y ser proclamado Príncipe por los Doce Caballeros de las doce comarcas!… ¡ Pobre, Más que pobre, que se ha embarcado en una travesía, como hiciera Ulises un día, con el fin de recuperar Itaca y volver a Cataluña donde es esperado con ansiedad por Penélope, su dorado sueño.
Pero Más, ¡ sólo es un escribiente metido a político de grandes vuelos al que Uther, su padrastro le ha encomendado la recuperación del Santo Grial, con la promesa se ser proclamado rey algún día! …
Rodriguez Ibarra, regidor que fue de Extremadura un día, dicen de él que se ha excedido en calificar los procedimientos de Arturo de filo nazis o estalinistas: ¡ qué desatino ! cuando es de todos conocidos que
imponer inmersiones lingüístas a toda la población u obligar a rotular en una lengua en detrimento de otra o imponer el doblamiento de películas en catalán en perjuicio de los castellano parlantes o desacatar sistemáticamente la constitución española o proclamar sin el menor arrobo que se propone destruir España se ajusta a derecho; y sus proclamas, tales como “España nos roba” no tienen nada que ver con el agitprop de Göebel, siniestro ministro de propaganda de Hitler un día: ¡ qué elocuente coincidencia, Sr. M. !
Y el pueblo sin dar un palo al agua. Ya lo decía Beltor Bretch, refiriéndose al Tercer Reich… Cuando los nazis rompían los escaparates judíos, la población no reaccionaba – sólo son los cristales de las tiendas de los judíos, decían- nadie hablaba por ellos; cuando las SS se llevaban prisioneros a los católicos – como se trata de los católicos, se justificaban- nadie hablaba por ellos; cuando las SS se llevaron a los judíos- como se trataba sólo de judíos,- nadie hablaba por ellos; pero cuando las SS secuestraron a los demócratas, ya no había demócratas que lo justificara…
Despierta, pueblo, no te duermas y, considera que no hablar por miedo es cobardía.





