
De la ciudad bullanguera y diáfana a la ciudad culta y melancólica (Cont.)
Aquella mañana de primeros de octubre, cuando sólo hacía un par de semanas de la inauguración del curso 1968/1969, Manolo, el torero de Herrera me confirmaba que Jesús , el nuevo pupilo de Angela y él mismo habían decidido cambiar de alojamiento, y trasladar los”bártulos” a la calle Conde de Cabarrús, en casa de la viuda Mercedes, que había perdido a su marido en accidente de camión, del que era dueño, y había supuesto la ruina de la familia, aunque sin descendencia. Jesús, el estudiante canario de Medicina, de buen parecido, empático y locuaz, no debió esforzarse mucho para convencer a Manolo de la conveniencia del traslado, pues suponía un ahorro del cincuenta por ciento de la manutención…
-Te supondrá disponer de 2.500 “leandras” demás para los desvaríos los fines de semana, para el cariñera, la discoteca y la generosidad en las invitaciones en el México, cafetería chic, en la venida de Portugal, confluente con la Avda. María Auxiliadora, y calle Valladolid, situada en el barrio Garrido de la capital.
Ya había tomado JM la decisión de irse con Jesús a la calle Gabarrús, cuando me propuso la iniciativa, aunque yo, enamorado hasta el tuétano de Amelie, temía que la nueva dirección pusiera en peligro mis relaciones epistolares con ella…





