
Al otro lado del tiempo. Las aventuras de los tres zagales se acercan a su fin (V-S)
…el Lolo estaba ya alojado en la pensión del “Gordo”. Ya había transcurrido la fiesta del Pilar. La conmemoración de la Conquista de América, y la evangelización del Continente. Aún faltaban años para que el primo Lolo, y yo mismo fuésemos preparados para las clases de Doctrina que las mozas de Acción Católica solían ayudar al párroco en ese menester en la Iglesia; el Monazillo que contaba por lo menos dos quintas más que los dos, no sólo le habían preparado las catequistas de la escuela, sino que una tía, que se salió de monja, y se hizo maestra de escuela, asumió el compromiso en esta tarea de enseñar al Monazillo las aventuras de Jesús, en tierra santa, de lo que él apenas sintió interés, ya que lo primordial en la vida fue llevar a la burra al mulo de Juanillón…
-las lecciones de la Catequesis son muy fáciles. Hay una catequista, de tetas duras, que te las restrega al pasar, y viste un traje muy ajustado, tan apretado que se le nota todo, y te distrae de las aventuras de Jesús , el Hijo de Dios- lo decía tan convencido que durante las clases de Doctrina tanto el Lolo como yo mismos estábamos mas pendiente de rozar las tetas de la catequista, y mirar sus nalgas que mantener nuestra atención en el relato que contaba sobre las aventuras de Jesucristo de Nazaret.
-Tenéis que estar muy atentos a las explicaciones de la maestra, porque si no aprendéis la doctrina, no podréis comulgar con los niños de vuestra quinta, y hacerla al año siguiente con “los Cagones” del año siguiente.
Lolo, no me metas miedo.
Eso; no nos metas miedo con tener que hacer la Primera Comunión con los Cagones, que no saben distinguir las tetas de la maestra de su culo.
Además, no saben porqué se les pone el pito duro, y no pueden mear- añadió el Monazillo muy puesto en las aventuras de la reproducción.
¿ Tenemos que estar atentos a las explicaciones, y no reparar en las tetas ni en el vestido ajustado, tan estrecho que se transparenta casi todo?- preguntó el primo Lolo con cara de inocencia.
Por descontado; si miráis al culto y os dejáis engatusar con los roces de la señorita, se te pone el pito muy duro, ya no puedes mear hasta que no llegues a casa- les advirtió el Monazillo a los dos imberbes de sus amigos, que, preocupados de no ser monaguillos y repicar las campanas por Los Santos ni doblar cuando algún niño se muere, y don José el cura les deja las llaves de la Iglesia, y suben al campanario a repicar…
¿ oye, Manolo; y si no sacas el examen de la doctrina, tienes que estudiarla en la escuela de don Luis, que es muy duro, y no podrás hacer la Primera Comunión hasta dos quintas más tarde, cuando la haga la Felisita y su prima la Ventura? -preguntó el Lolo al Monazillo con tanta candidez que el Monazillo, dando se cuenta de la inocencia del Lolo continuó con la broma…
-Y os digo más. Si sois más torpes que mi burra, a la quinta siguiente el párroco os lleva a la escuela de don Manuel, que con un zurriago os calienta las espinillas, cada vez que os confundáis, y no os queda más remedio que aprender la vida de Jesucristo…que, de lo conseguirlo, meten a tu padre y a tu madre en el Calabozo, por ser como “los moros”, infieles herejes..





