
Al otro lado del tiempo. Las correrías de los tres mequetrefes llegan a su fin (Cont.)
-nos llevan a la Academia del Gordo, en Zalamea, para hacer el preparatorio del bachillerato- le anunció el Pecas al Monazillo aquella tarde de primero del otoño. Y te quedarás sólo: no irás a la Viña Romero a buscar nidos de silguerillas, ni pescarás con nosotros los tritones en el arroyo De la Fuente, ni irás con nosotros al cine de Hilario de las Sardinas, ni le levantarás la saya a la Felisita, que yo no te querrá de novio, por que no vas a estudiar el Bachilerato. Sólo aprenderás a sembrar melonares, a arar los barbechos, a recoger aceitunas, y llevar a la burra a Juanillón, que la monte su burro, y veas el pito tan grande y largo como el gañote de las cigüeñas, y mearás con dificultad después de ver al burro de Juanillón encima de tu burra…
-mi mama quiere que sea un mancebo en la farmacia de don Fernando, y sea un hombre de provecho, como su padre, que estuvo de mancebo en la farmacia toda su vida- argumentó en su descargo el pánfilo del Lolo, el Monazillo…





