
De la ciudad diáfana y alegre, a la cn ciudad triste y melancólica de Salamanca ( viaje al Tiemblo) Cont.
Maxime mulieres difficiles sunt…
” nunca olvidaré estos momentos; tus labios carnosos, el movimiento frenético de tu lengua en mi boca, la dulzura de tu saliva mezclándose con la feraz incontrolable pasión de mis deseos, mis mordisqueos dolorosos de mis afilados incisivos a tu lengua, que parecían obstinados en llegar cuanto antes al cenit de la irrefrenable pulsión”- me repetía una vez tras otra Granada, como si quisiera llegar al paroxismo del deseo cuantas veces fueran necesarias e interminables durante aquellas vespertinas horas robadas al sueño…
-“ya me costarà olvidar estos momentos, una vez que vuelvas a Salamanca;…y te encuentres con Mavi, que te tiene “colao” -me susurraba a l oído mientras me mordisqueaba el lóbulo de mi oreja izquierda con irrefrenable paroxismo.
Sin embargo, el hecho de permanecer en vigilia hasta altas horas de la madrugada no me inquietaba, aunque el hecho de tener que volver en autostop no me compensaba un cierto desasosiego por el inquietante aventurero viaje, que, la vuelta a las aulas supondría tantear el estado de ánimo entre los compañeros de la facultad, cuya postura iba a ponerse de manifiesto en la convocatoria de la asamblea, que, de vencer la opción de continuar con la huelga, supondría aceptar las posiciones de los compañeros de la Complutense, para entonces, muy determinados a llegar hasta el final, y doblegar el obstinado posicionamiento del ministro Lora Tamayo de no retroceder ni un palmo en la prohibición de conceder un Sindicato Libre e Independiente de estudiantes universitarios…
En estos pensamientos estaba, mientras me seguía inquietando que Junior se despertara y descubriera que tanto Granada como yo continuáramos enredados en los avances de los escarceos de Cupido…





