
De la ciudad diáfana y alegre, a la ciudad triste y de la sabiduría. Excursión al Tiemblo (Cont.)
…Aunque la señora Angela abrigara la esperanza de ilusión, de casar a su morena hija y casamentera con uno de sus pupilos llegara a ser médico, ingeniero o farmaceútico.
El portugués, que se esforzaba en hacerse comprender con una especie de mezcla de portugués, español y alemán, se centraba en coger las curvas del puerto las cabras, que por aquellos días el hielo se adhería persistente al alquitrán del asfalto, sin mucho convencimiento esperar una respuesta de nuestra parte, a sus preguntas, que no fueran monosílabos, en nada sinceros, a modo de salvoconducto para no caer en una descortesía inmerecida.
-A o meu amigo o espera uma rapariga enamorada que desea ter uma experiencia com ele antes de o casar- disse Junior..“.Nunca ni siquiera pude sospechar que a Junior se le diera también el portugués, a pesar de no haberlo estudiado nunca”…





