
La fauna humana- despliegue de manteros en la costa Islantilla.
No se puede dar un paso entre tantos tenderetes de “manteros”. Tantos beneficiados por la política de “ buenismo” de ZPedos, que parecen proliferar como las setas en febrero. Cada semana o cada día, otro más.
No tengo nada en contra de los pobres negros – con perdón, tanto por lo de negro como por lo de pobre- que se trabajan los garbanzos como pueden y sus capacidades se lo permiten:
“¡ qué mal lo estarían pasando al otro lado del charco, cuando se ponen en manos de mafias, y…barcazas Zodiacales que les ayudan a cambiar de suerte; que vaya suerte”- ¡ Explotados y despreciados aunque a algunos se les quiebre el alma y les compren un producto falsificado e ilegal,! ; no creo que “ los onegeos” sean tan humanitarios como compasivos.
A los blancos, por lo general, no nos molesta el exotismo de la raza negra; incluso, admiramos a los deportistas que se cuelgan medallas de oro en el cuello, en nombre del país de adopción.
Esto no es Birmingham ni Alabama, como para odiarlos: no compiten por un trabajo en igualdad de condiciones a los blancos ni, todavía, se disputan con los blancos a las mujeres bellas, rubias y morenas de nuestra raza.
Habría que ayudarles a derrocar a los sátrapas de sus gobernantes, formando con ellos batallones de “Regulares”y desembarcarlos en su país de origen.
Muerto el perro, se acabaría la rabia. ( Continuará)