
La opresión del “gineceo” y la imposición de la corrección política
No entienden las pistilos que los estambres tengan una designio procreador. Sin embargo, aquellas se protegen al unísono de su debilidad de las embestidas de los estambres machistas..
No hace mucho me contaba una pistilo, a modo de anécdota, que, su estambre del padecimiento moral y el acoso agobiante al que era sometida, le comunicó la intención de arrancarse de la flor y lanzarse al vacío, que el ábrego le propiciaba en aquellos momentos, a lo que, en defensa propia y dialéctica le espetó que sacara de paso la basura.
Ha sido la más sangrante y odiosa defensa que nunca he oído del colectivo sexual femenino de la flor. Injusto y cobarde al mismo tiempo. Pues ambos forman parte del aparato reproductor para la conservación de la especie.
Me escandalizó el chiste porque desde aquel momento en adelante, fui consciente de los extremos del complejo de inferioridad al que algunos pistilos, minoritarias por suerte, habían podido llegar. No eran los de una orquídea, por cierto. ¡ Cómo odiaba la frustración femenina aquella, a la superioridad de aquel estambre !
De escándalo puede clasificarse la noticia que ha salido en los teletipos del bosque animado. Un jurado formado por estambres y pistilos ha resuelto declarar inocente a un un pistilo, de la clase Hortensia, que dio muerte a su compañero estambre de la misma flor, por los repetidos y violentos maltratos, después de que la juez hubiera dictado once años de privación de libertad por asesinato, mientras derramaba lágrimas de solidaridad al oír el truculento relato de la acusada, al tiempo que declaraba amarle de corazón. Patético.
El gineceo ha apostado por la revolución para descabalgar al estambre de su tradicional influencia social, aliándose con las más siniestras fuerzas del poder que ostentan todavía algunos lobis masculinos: los llamados estambres verdes y los pistilos rojos, sin caer en la cuenta que aquellos las manipulan a su antojo e interés político en la selva tropical amazónica o en los paramos de la meseta.
Aquellos lobis traidores a la causa de los pistilos, con sutil hipocresía, aprovechan la más insignificante oportunidad para poner en candelero al colectivo pistílico que al punto pone el grito en el cielo, acusando de maléfico ataque machista, ante la más insignificante metonimia contra cualquier individuo del colectivo. ¡ En qué berenjenal se ha visto enzarzado el estambre tucelano al poner sus ojos en los encantos externos de una pistilo ministerial ! Lo han acusado de viejo verde y machista, impropio de ser un edil en el concejo, a pesar de su alegato en favor de la planificación familiar a a la que hizo savia alusión, imaginándola repartiendo anticonceptivos anti-polen por toda la geografía nacional, y dando la tabarra para que lo cesen, al tiempo que soslayaban el más grave de los insultos machistas contra una pistilo del periodismo, a la que un ínclito edil estámbrico la acusó de estar mal penetrada, y por tanto, machorra. ¡ Qué injusta es la libertad de expresión, aplaudida o demonizada, según el jardín de procedencia !
A este paso, nos vamos a encontrar un mundo vegetal donde sólo tengan cabida las criptógamas y el “pito del rey”. Adiós pétalos de la rosa. Adiós claveles y capullos. Adiós esencias del perfume y Channel.
Con estos mimbres se empezó a construir el totalitarismo y la inquisición. Si bien, la inseminación artificial constituirá la única esperanza de los viveros, herbolarios; pero de momento las floristerías declararán el lock-out, aunque se esfuercen en la reproducción de Pensamientos, que, por su tendencia a la homosexualidad, se le augura un futuro esperanzador para adornar las tumbas el día de los difuntos.
La foto preciosa, y encaja perfectamente con el tema. Congratulations for getting it right.
Debo reconocer que el articulo es original. Prefiero las flores inglesas; se consideran a los pistilos semejantes a los estambres (ni mas ni menos) , y nadie ve la necesidad de hacer comentarios de apoyo a unos u a otros. Las flores latinas aun tienen un largo camino por recorrer para que el jardin botanico sea semejante al de Norte de Europa, mucho mas sano y espectacular.